Peregrinos de la Vida

19 de diciembre de 2012

Tiempo de Navidad

 El árbol de Navidad
 


El árbol de Navidad se inserta en el ancestral culto a los arboles.
El árbol representaba un poder y ese poder se debe al árbol en cuanto tal y a sus implicaciones cosmológicas.
 
Los bosques sagrados servían de templo a los germanos, para los galos la encina era un arból sagrado sobre el que los Druidas, sacerdotes celtas guardianes de las tradiciones y recogían el muérgano.
 
La recolección sagrada del muérgano era un rito galo, como lo describe Plinio. En el mundo clásico griego, la encina estaba consagrada a Júpiter; el laurel, la palmera y el pino a Cibeles.
 
En numerosos mitos, los árboles aparecen como residencia de los dioses, especialmente de las dríadas, ninfas protectoras de los árboles y de los bosques.
 
En ocasiones se creía que los árboles estaban dotados de alma, El árbol de Navidad es un vestigio de aquel culto.

Cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad cristiana.


Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, llamado Yggdrasil, en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín; y en las raíces más profundas estaba Helheim (el reino de los muertos).

Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, los cristianos tomaron la idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiándole totalmente el significado.

Se dice que san Bonifacio (680-754), evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas.

 
Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo.
 
Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces, se transformaron en esferas y otros adornos.

Después se agregó la tradición de poner regalos para los niños bajo el árbol, enviados por los Reyes Magos, o Papá Noel dependiendo la leyenda de la región donde se encuentre.

El árbol de Navidad recuerda al árbol del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde vino el pecado original; y por lo tanto recuerda que Jesucristo ha venido a ser Mesías prometido para la reconciliación.

 
Pero también representa al árbol de la Vida o la vida eterna, por ser de tipo perenne.

La forma triangular del árbol (por ser generalmente una conífera), representa a la Santísima Trinidad.

 
Es posible que el primer árbol de Navidad, como le conocemos en la actualidad, se registre en Alemania, donde se implantó por primera vez en 1605 para ambientar el frío de la Navidad, comenzando así su difusión.
 
La costumbre de adornar el árbol navideño en los hogares españoles fue traída en el año 1870 por una mujer de origen ruso llamada Sofía Troubetzkoy.

La primera vez que se colocó un árbol navideño en España fue en Madrid, durante las Navidades del año 1870, en el edificio que ocupaba el lugar donde actualmente se contempla el Banco de España.