Peregrinos de la Vida

19 de junio de 2013

Camino de Santiago por el Camino Inglés

Misa de Hermandad y Piedad Popular (resumida)
Y para remover esos sentimientos que teníamos ya guardados en el corazón, 
os pongo la Homilía al completo.
 ¡¡Qué bellos momentos vivimos!!



Aquí podréis encontrar unas cuantas fotos...
https://picasaweb.google.com/112517385489109329374/5DeMayoJornada?authuser=0&feat=directlink

Y aquí, muchísimas más...
http://www.photovat.com/PHOTOVAT/FRANCESCO/2013/MAGGIO%202013/05052013_MESSACONGRATERNITE/05052013_1_MESSA/index.html

Para no olvidar el espíritu de las Peregrinaciones de las que nos habló
el Papa Francisco en nuestro pasado viaje a Roma.
He de recordaros, que poco a poco pero sin pausas, nos va llegando el día que partamos
hacia la peregrinación del Apóstol Santiago, desde el Ferrol a Santiago de Compostela.
Y para que nos vayamos haciendo una idea de lo que nos vamos a encontrar
y con ALEGRÍA, os dejo este vídeo.

                                           

4 de junio de 2013

La Divina Misericordia.


La Divina Misericordia es un género de la vida cristiana. Es un modo de vivir la vida. 

Se expresa mediante actos interiores, actitudes del alma respecto a la Misericordia del Salvador y de la confianza en Dios, como exteriores: la veneración de la imagen, la hora de la misericordia, el rezo de determinadas oraciones (la llamada Coronilla), la fiesta de la Divina Misericordia y los actos de misericordia con el prójimo.
La hora de la misericordia es las 3 de la tarde,
la hora en que murió Jesús.
La Fiesta de la Divina Misericordia es el domingo siguiente a la Pascua de Resurrección.
Juan Pablo II fue quien proclamó la fiesta de la Divina Misericordia, al canonizar a santa Faustina.
La devoción como hoy es conocida fue esparcida por medio del diario de la monja polaca santa Faustina Kowalska,
conocida como "Apóstol de la Misericordia".
El rezo de la Coronilla es así... 
 
Se me apareció primero un ángel y después me di cuenta de quien me lo enviaba...
eras tú... Maria...
Madre infinita, reina de los ángeles, tu voz me sacudió, sentí tu grandeza y
abriste mis ojos a la ventana del Cielo y la Tierra.

Pentecostés, los dones del Espíritu Santo.

 Durante Pentecostés se celebra la venida del Espíritu Santo.
Por ello también se le conoce como la celebración del Espíritu Santo. La liturgia incluye la secuencia medieval “Veni, Sancte Spiritus”.

Pentecostés es el fruto de la obra realizada por Cristo.
Fue el mismo Cristo simplemente quien envió al Paráclito, en referencia al Espíritu Santo y lo puso de manifiesto en la siguiente frase: "Un río de agua viva, resplandeciente como el cristal, saliendo del trono de Dios".
Ese Espíritu Santo aparece moviendo a Jesús durante toda su vida. Fue Él quien cubrió el seno materno de María antes de que Jesús naciera (Lc 1:35).
Más tarde, descendió de forma visible en el momento del bautismo de Jesús (Mt 3:16), y posteriormente lo condujo al desierto (Lc 4:1) para devolverlo luego a Galilea.
En la Iglesia, Pentecostés es la confirmación de la promesa de Jesús: “Dentro de pocos días seréis bautizados en el Espíritu Santo” (Hch 1:5)
El Padre se complace y ordena, el Hijo obra y forma, el Espíritu nutre e incrementa”.
 
 
El Papa Francisco durante la homilía de la misa de Pentecostés dijo:
El Espíritu Santo nos muestra el horizonte y nos impulsa a las periferias existenciales para anunciar la vida de Jesucristo. Preguntémonos si tenemos la tendencia a cerrarnos en nosotros mismos, en nuestro grupo, o si dejamos que el Espíritu Santo nos conduzca a la misión. Recordemos hoy estas tres palabras: novedad, armonía, misión.
Y Juan Pablo II dijo:

Espíritu de consuelo, fuente inagotable de gozo y de paz,
suscita solidaridad para con los necesitados,
da a los enfermos el aliento necesario,
infunde confianza y esperanza en los que sufren,
acrecienta en todos el compromiso por un mundo mejor.
Espíritu de vida, por el cual el Verbo se hizo carne
en el seno de la Virgen, mujer del silencio y de la escucha,
haznos dóciles a las muestras de tu Amor
y siempre dispuestos a acoger los signos de los tiempos
que Tú pones en el curso de la historia.

En la compañía de nuestra Madre Celestial.