Peregrinos de la Vida

14 de febrero de 2013

ES TIEMPO DE CUARESMA

En este tiempo de Cuaresma:
 
Que sea yo buen vino, Señor.
Que ponga palabra oportuna,
allá donde desarrolle el desconcierto.
Que irradie música y alegría,
cuando brote el escenario de la tristeza y la angustia.

Que sea yo buen vino, Señor.
Que hable de Tí y de tus hazañas,
aún en medio de incomprensiones y vacíos.
Que lleve la esperanza y el optimismo
a un mundo que llora perdido.
Que cargue las tinajas de los corazones de las personas
con tu Palabra que todo lo calma y satisface.
Que convierta el vinagre de muchas historias
en el dulce vino de tu fraternidad y de tu Evangelio.

Que sea yo buen vino, Señor.
Que, con María, también abra los ojos
y descubra los sufrimientos y la escasez
el fracaso y tanto aguafiestas
que abortan el espíritu festivo de la humanidad
el anhelo de fraternidad de este mundo.

Que sea yo buen vino, Señor.
Y sepa darte gloria, por mis obras.
Y sepa bendecirte, por tanto signo que realizas.
Y sepa agradecerte, por tantos dones que regalas.
Y sepa alabarte, por salir al encuentro del hombre.

Gracias, Señor,
tu vino, el único, el mejor y el más auténtico,
alegra la mesa de toda nuestra vida.
Que en este Año de la Fe, como buen vino,
sea capaz de ofrecer tu Palabra con mi voz,
tu presencia, en mi entrega
tu fortaleza, con mi testimonio
tu amor, a través de mi caridad
tu corazón, por mi comprensión
tu reino, en mi forma de entender y de vivir la vida.
Que así sea.