La Iglesia en su misión de ir por el mundo llevando la
Buena Nueva ha querido dedicar un tiempo a profundizar, contemplar y
asimilar el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios.
A este tiempo lo conocemos como Navidad.
A este tiempo lo conocemos como Navidad.
Cerca de la antigua fiesta judía
de las luces y buscando dar un sentido cristiano a las celebraciones
paganas del solsticio de invierno, la Iglesia aprovechó el momento
para celebrar la Navidad.
En este tiempo los cristianos por medio del Adviento nos
preparamos para recibir a Cristo, la "luz del mundo"
en nuestras almas, rectificando nuestras vidas y renovando el compromiso de
seguir a la Luz.
En la Navidad recordamos que Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros.
En la Navidad recordamos que Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros.
Así como el sol despeja las tinieblas durante el alba,
la presencia de Cristo irrumpe en las tinieblas para mostrarnos el camino a seguir. Con su
Luz nos muestra la verdad de nuestra existencia.
Cristo mismo es la
vida que renueva la naturaleza del hombre y de la misma naturaleza.
La Navidad celebra esa presencia renovadora de Cristo
que viene a salvar al mundo.
que viene a salvar al mundo.
La Iglesia en su papel de madre y maestra por medio de
una serie de fiestas busca concienciar al hombre de este hecho tan
importante para la salvación de sus hijos.